Después de un largo periodo de descanso volvemos con las baterías cargadas para hacer lo que más nos gusta, compartir con vosotros nuestras inquietudes musicales.
Todos sabemos lo mucho que ha evolucionado la música a lo largo de los años, más aun con la llegada del fenómeno de la música electrónica. Parece ser que una de las diferencias más notable es que la música electrónica está producida más por artistas que por músicos, que estos artistas utilizan nuevos efectos y procesamiento de señales de audio de manera más artística que musical. Bueno, si sentásemos a debatir a tecnólogos y músicos podríamos discutir largo y tendido sobre la influencia actual y futura de la creatividad artificial en este campo, sobre música de código abierto, sobre qué es la música y para qué sirve, de la era de la comunicación digital, de la relación entre máquinas y humanos, de la creación artística mediante métodos informáticos, de la electrónica experimental que le da mayor importancia a las secuencias no convencionales que a los ritmos de baile o de si llegará el día en que compremos una entrada para ver a un DJ Robot pinchando música.
La música electrónica es infinita. Lo que sí sabemos, es que la música electrónica siempre ha tenido y tendrá esa conexión entre máquinas y humanos.
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